La asociación nace en Madrid en el año 1992 por iniciativa de José Carlos Areses, un farmacéutico comunitario que reparó en las dificultades que, entonces y ahora, algunos compañeros encuentran en el ejercicio profesional cuando tratan de ser coherentes con sus creencias. José Carlos fue muy sensible en responder a la solicitud de san Juan Pablo II que, en el discurso que dirigió a la Federación Internacional de Farmacéuticos Católicos el 3-XI-90 nos pedía a los farmacéuticos darnos cuenta de que la Iglesia necesitaba nuestro testimonio. En definitiva creó esta Asociación en España (en otros países de Europa ya existía) para apoyar y respaldar a los profesionales que deseaban ejercer su profesión según las enseñanzas evangélicas. Y junto a él, el incondicional apoyo de nuestra compañera ya fallecida, María Dolores Jiménez Caballero. Así nació la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos (AEFC) a la que enseguida se le unieron otros farmacéuticos, al principio de Madrid pero luego de toda España.
(Fecha. la asociación aparece como respuesta al discurso. «la Iglesia tiene necesidad de vuestro testimonio»
Extracto del discurso del Santo Padre para F.I.F.C.
“Está claro que la distribución de medicamentos, lo mismo que su concepción y su uso, debe ser reglamentada por un código moral riguroso, observado con esmero. El respeto de este código de comportamiento supone fidelidad a ciertos principios intocables que la misión de bautizados y el deber de testigos cristianos hacen particularmente actuales.”
“Todo esto exige por parte del farmacéutico una reflexión que se renueve incesantemente. Las formas de agresión contra la vida humana y contra su dignidad son cada vez más numerosas, sobre todo mediante el recurso a medicamentos, siendo que estos no deben ser jamás utilizados contra la vida, ni directa ni subrepticiamente.”
“El farmaceútico tiene el deber de ser un consejero atento para quienes se procuran medicinas, por no hablar de la ayuda moral que puede proporcionar a todos aquellos que, tras comprar un producto, esperan también de él un consejo, un motivo para confiar y un camino para seguir.”
“Para el farmacéutico católico la enseñanza de la Iglesia sobre el respeto a la vida y a la dignidad de la persona humana desde su concepción hasta sus últimos momentos es de naturaleza ética y moral. Adherirse a esta enseñanza representa seguramente un deber difícil.”
“La Iglesia tiene necesidad de vuestro testimonio”
(Discurso del Papa Juan Pablo II a la F.I.F.C. el 3-XI-90).
Constitución: La Asociación Española de Farmacéuticos Católicos es de ámbito nacional y ha sido constituida legalmente el 6 de mayo de 1992.
Estatutos: (descargar pdf)
Somos un grupo de farmacéuticos abiertos a todos los compañeros que comparten nuestra inquietud de dar el testimonio de rectitud moral, humana y profesional, propios de un cristiano.
el nivel profesional y moral de nuestra profesión, promoviendo la ética profesional.
a los farmacéuticos que se vean involucrados en problemas de tipo ético profesional.
con otras asociaciones para que los medicamentos lleguen a países en desarrollo.
los principios cristianos en relación con nuestro ejercicio profesional.
y dar solución teórica y práctica a problemas de ética farmacéutica.
La Junta Directiva está formada por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario, un Vicesecretario, un Tesorero y seis Vocales. Así mismo, contamos con un Asesor Espiritual nombrado por la Conferencia Episcopal, para orientar a la Asociación respecto de la Moral Católica y con una Asistente Administrativa.
La asociación promociona los medios necesarios para encauzar las inquietudes ético-profesionales y elevar, al mismo tiempo, el nivel profesional y moral de nuestra profesión.
Así pues ofrecemos publicaciones, lanzamos un boletín cuatrimestral, convocamos un concurso anual de “El Farmacéutico en la Defensa de la Vida”, además de organizar simposios y conferencias.
En cuanto a nuestra financiación nos apoyamos en dos instrumentos:
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